Siempre almacenar los productos en contenedores secos y limpios, asegurándose que no estén al alcance del sol.
Tener a disposición paños sanitarios y alcohol destinados a quitar la humedad de frascos y envases. Si los envases están limpios pero tienen restos de humedad, repasar el envase con el paño con alcohol, esperar unos instantes a que se seque y se vaya el olor a alcohol ¡y listo!
No es necesario que los envases que trae el cliente estén completamente vacíos. Utilizando la tara, la balanza descontará el peso del envase con el producto remanente. De esta manera se puede agregar y vender la cantidad deseada en el mismo envase.
En aquellos locales donde se cuenta con un espacio limitado puede parecer más práctico el tener los productos fraccionados. Sin embargo, lo recomendable es guardar o acopiar los productos en contenedores (tuppers, bolsas o frascos con tapa) en el mismo lugar dónde estarían exhibidos al fraccionarse.
El tiempo que requieren los pasos de venta a granel se reducen mucho con la práctica. Tener a disposición los envases, cucharas, la balanza y el mostrador libre para apoyar los envases y productos facilita y agiliza mucho el proceso.
Los clientes valoran mucho (y cada vez más) comprar productos de manera sustentable y no comprar envases descartables.